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Libreto Litúrgico | Traslado de Nuestra Señora de Zapopan
LIBRETO
TRASLADO DE NUESTRA SEÑORA DE ZAPOPAN
PRESIDE SU EMINENCIA
ROBERTO DELGADO
ARZOBISPO METROPOLITANO
BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE ZAPOPAN
I.II.MMXXV
RITOS INICIALES
CANTO DE ENTRADA
(Hija de Sión)
Una vez reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar con los ministros, durante el canto de entrada.
HIJA DE SIÓN, ALÉGRATE
PORQUE EL SEÑOR ESTÁ EN TI, SALVADOR Y REY
ÁLZATE Y RESPLANDECE PORQUE VIENE TU LUZ,
SOBRE TI SE ALZA LA GLORIA DEL SEÑOR.
MIENTRAS LAS TINIEBLAS SE EXTIENDEN POR LA TIERRA Y YACEN LOS PUEBLOS EN DENSA OSCURIDAD. ℟.
HACIA TU LUZ CAMINAN LAS NACIONES
Y LOS REYES AL FULGOR DE TU AURORA,
ALZA LOS OJOS Y MIRA EN TORNO TUYO,
TODOS TUS HIJOS VIENEN A TI. ℟.
VERÁS TODO ESTO RADIANTE DE GOZO,
TE LLENARÁS DE EMOCIÓN,
PORQUE TE LLEGAN LAS VIVEZAS DE LAS GENTES
Y VIENEN A TI LOS TESOROS DEL MAR. ℟.
YA NO SERÁ EL SOL TU LUZ EN EL DÍA,
NI TE ALUMBRARÁ LA CLARIDAD DE LA LUNA
PORQUE EL SEÑOR SERÁ TU LUZ ETERNA
Y TU BELLEZA SERÁ TU DIOS. ℟.
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
℟. Amén.
La paz esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos.
Pausa de silencio.
todos dicen en común la fórmula de la confesión general:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mí gran culpa.
Luego, prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Sigue la absolución del sacerdote:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amén.
SEÑOR, TEN PIEDAD
(Misa melódica)
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
CRISTO TEN PIEDAD DE NOSOTROS
CRISTO TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
GLORIA
(Misa melódica)
GLORIA, GLORIA, GLORIA,
GLORIA A DIOS EN EL CIELO,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR.
TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS,
TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS,
TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR,
POR TU INMENSA GLORIA,
TE DAMOS GRACIAS,
¡SEÑOR! ¡SEÑOR!,
DIOS REY CELESTIAL,
DIOS PADRE TODO PODEROSO. ℟.
SEÑOR, HIJO ÚNICO JESUCRISTO,
SEÑOR, DIOS CORDERO DE DIOS,
HIJO DEL PADRE,
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD, TEN PIEDAD DE NOSOTROS,
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE A NUESTRAS SÚPLICAS,
ATIENDE A NUESTRAS SÚPLICAS,
TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE,
TEN PIEDAD, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
PORQUE SOLO TÚ ERES SANTO,
SOLO TÚ SEÑOR
SOLO TU ALTÍSIMO, JESUCRISTO.
CON EL ESPÍRITU SANTO,
EN LA GLORIA DE DIOS PADRE. ℟.
AMÉN.
ORACIÓN COLECTA
Terminado el himno, el Obispo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Luego el Obispo, con los brazos abiertos, dice la oración colecta:
Dios todopoderoso y eterno, que en Nuestra Señora de Zapopan, nos has concedido una poderosa evangelizadora y pacificadora, concédenos la paz deseada, para que vivamos en el amor fraterno. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
(Zac 2, 14-17)
Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti
Lectura del libro del profeta Zacarias:
"Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti,
dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día; ellas también
serán mi pueblo y yo habitaré en medio de ti y sabrás que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a ti. El Señor tomará nuevamente a Judá corno su propiedad
personal en la tierra santa y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida". ¡Que todos
guarden silencio ante el Señor, pues Él se levanta ya de su santa morada!
Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSARIAL
(Sal 44)
℟. De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, de joyas de oro fino,
recubierta. ℟.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje porque él es tu señor. ℟.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. ℟.
SEGUNDA LECTURA
(Ef 2, 4-10)
Hermanos: La misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque
nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y Él nos dio la vida con Cristo
y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en
Cristo nos ha resucitado y con Él nos ha reservado un sitio en el Cielo. Así, en
todos los tiempos, Dios muestra, por medio de Jesús, la incomparable riqueza de
su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no
se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las
obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados
por medio de Cristo Jesús, para hacer el bien que Dios ha dispuesto que
hagamos.
Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
℟. Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Dichosa tú, porque has creído.
℟. Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Mientras tanto, el Obispo, cuando se utiliza incienso, lo coloca en el incensario. El diácono, que proclamará el Evangelio, inclinándose profundamente ante el sacerdote, pide en voz baja la bendición:
Padre, dame tu bendición.
Padre, dame tu bendición.
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo ✠ y del Espíritu Santo.
Amén.
EVANGELIO
(Lc 1, 39-47)
V. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
✠ Lectura del Santo Evangelio según san Lucas
℟. Gloria a ti, Señor.
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las
montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto
ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz,
exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy
yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis
oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se
cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Entonces dijo María: "Mi
alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi Salvador".
Palabra del Señor.
℟. Gloria a ti, Señor Jesús.
Luego lleva el libro al Obispo, que lo besa en silencio y bendice al pueblo.
Luego, el Sacerdote hace la homilía
ORACIÓN DE LOS FIELES
El sacerdote invita a los fieles a orar:
Confiados en la misericordia divina, que por medio de Santa María Virgen ha visitado y redimido a su pueblo, oremos a Dios por las necesidades de los hombres:
A cada invocación responderemos:
℟. Te rogamos, óyenos.
1. Para que el Señor que quiso que la santidad de la Iglesia se prefigurara y llegara a feliz término en la perfección de María, conceda a los cristianos de esta
Arquidiócesis, ser vivo reflejo de aquella santidad que resplandece en la Madre de Dios, roguemos al Señor. ℟.
2. Por el Santo Padre Clemente, por nuestro Obispo Roberto Delgado y por todos nuestros pastores, para que a imitación de los primeros evangelizadores que nos trajeron la fe cristiana– sigan ofreciendo a nuestro mundo el alegre testimonio de una vida santa, roguemos al Señor. ℟.
3. Para que, por intercesión de nuestra Madre del cielo, el Señor visite a los que viven solos, abandonados, descorazonados o tristes, fortalezca su esperanza y
puedan encontrar en nosotros una mano amiga que salga en su ayuda, roguemos al Señor. ℟.
4. Por nuestra santa Iglesia de Guadalajara fiel portadora de la vocación maternal de nuestra Santa Patrona para que, siguiendo fielmente su ejemplo, continúe anunciando valerosamente la Buena Nueva de Jesucristo en todos los ámbitos de nuestra sociedad, roguemos al Señor. ℟.
El sacerdote termina la plegaria universal:
Dios nuestro, que has querido que Nuestra Señora de Zapopan fuera ayuda y patrona de quienes peregrinamos hacia la Patria eterna en estas benditas tierras regadas por la sangre de tantos mártires– escucha nuestras plegarias y haz que, confiando en su ayuda poderosa, obtengamos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟ Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA
CANTO DE OFERTORIO
(Bendito seas, Señor)
Bendito seas, Señor, por este pan y este vino,
que generoso nos diste para caminar contigo,
y serán para nosotros alimento en el camino.
Te ofrecemos el trabajo, las penas y la alegría,
el pan que nos alimenta y el afán de cada día.
Te ofrecemos nuestro barro que oscurece nuestras vidas
y el vino que no empleamos para curar las heridas.
Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. A continuación, el diácono inciensa al Obispo y al pueblo.
A continuación, el Obispo, de pie junto al altar, se lava las manos, orando en silencio.
Después, de pie en medio del altar y de cara al pueblo, el Obispo extiende y junta las manos y dice:
Oren, hermanos, para que, trayendo al altar los gozos y las fatigas de cada día, nos dispongamos a ofrecer el sacrificio agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo se levanta y responde:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Luego el Obispo, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de expiación, al celebrar la memoria de la Santísima Virgen María, nuestra Señora de Zapopan, y pedimos para tu familia los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El pueblo aclama:
Amén.
PREFACIO DE LA VIRGEN MARÍA II
La iglesia alaba a Dios con las palabras de María
℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, reconocer tu grandeza en la perfección de los santos, y sobre todo, en esta conmemoración de Santa María Virgen, glorificar tu bondad con su mismo cántico de alabanza.
En verdad hiciste maravillas en toda la tierra y prolongaste de generación en generación la generosidad de tu misericordia, cuando miraste la humildad de tu servidora, y, por medio de ella, nos diste al autor de nuestra salvación, tu Hijo, Jesucristo Señor nuestro.
Por él, adoran tu grandeza los ángeles que se alegran eternamente en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando alegremente:
En verdad hiciste maravillas en toda la tierra y prolongaste de generación en generación la generosidad de tu misericordia, cuando miraste la humildad de tu servidora, y, por medio de ella, nos diste al autor de nuestra salvación, tu Hijo, Jesucristo Señor nuestro.
Por él, adoran tu grandeza los ángeles que se alegran eternamente en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando alegremente:
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